Cada momento que amamos estamos viviendo sin limitaciones al tiempo ni el espacio. Varios momentos de nuestra vida llegan a ser memorias vagas, pero los momentos que estamos en pleno amor estamos viviendo memorias inmortales.
Por eso no se puede decir que alguien nos "amaba". Cada memoria de amor lleva consigo misma una impresión infinita del alma con quién compartimos el amor. Cuando recordamos a ese momento de amor, aún seguimos siendo amados - sin exclusividad al pasado.
Puede que nos separemos de la persona que nos dio ese amor, pero nuestras memorias siguen conectadas a esos momentos compartidos de felicidad. AsÃ, el amor es una conexión que, asà como las bendiciones, pasa por nuestro ser y vive a través y más allá de nosotros.
El amor es, entonces, no solo un momento infinito capturado en la memoria. También es una fuerza que nos trasciende.
El alma, la máxima portadora y gozadora del amor, no cabe en la dimensión del tiempo. Ella solamente se nutre de esa continuidad infinita del estado del amor.
¿Te acuerdas, amor?